Estaba cazando cuando de pronto oli algo que me desencajo totalmente,que me arrastro hacia el. Era el olor de una humana, que al parecer se había perdido por el bosque y era la oportunidad perfecta para saltarme las reglas y que nadie se diera cuenta. Sin pensarlo fui hacia ella, pero entonces me miro a los ojos y me sonrió, parecía que se alegraba de verme, entonces me pare justo enfrente de ella y decidí que iba a dejarla viva. Se acerco a mi y me saludo
-¿Nos vamos?-me quede perplejo, parecía que me conociera de siempre-Te he visto muchas veces y nunca me has saludado.
Que, pero si nunca la había olido ¿como era posible que me viera sin darme cuenta de su presencia? No sabia como pero me sentía seguro con ella así que no lo dude y la seguí. Caminamos un buen rato y no se como me puse delante de ella y sin pensarlo la bese. Me di cuenta de que no iba a poder seguir mi vida sin ella y quise transformarla. Le aparte el pelo del rostro y le mordí en el cuello. Pero no pude parar por mucho que lo intente y la mate. Destrozado fui a ver a la manada de licántropos que vivía al otro lado del bosque y les pedí que me mataran pero no aceptaron. Así que ataque a una mujer de la manada. Enfadado, el jefe de la manada me ataco y me deje vencer para poder morir e ir con la mujer que mate y que tanto amaba, y poder estar con ella. Yacía muerto en la penumbra creyendo que iba camino al cielo. De pronto abrí los ojos pero aquello no era el cielo. Estaba tumbado en el bosque, y seguía vivo (bueno lo que se puede decir por vivo)-¡mierda!- gemí. No tenia sentido el que siguiera vivo si causaba daño, si no tenia a nadie para compartir mi soledad.
pero yo ya Empecé a andar sin rumbo, caminando sin ninguna dirección concreta sin saber que hacer como seguir, ni como morir. Entonces paso como un rayo y se sentó al lado mio. Era un lobo de color gris, no se que hacia el allí puesto que los licántropos y los vampiros no se llevaban bien. Se aparto de mi y se transformo. Era una chica de 18 años. Me saludo como si no importara que yo fuera un vampiro y ella un licántropo. Entonces lo decidí ya no estaría solo, decidí que iba a ayudar a los licántropos, ya que no quería seguir siendo un vampiro. No sabia si me aceptaríanhabía tomado mi decisión. Mire a la muchacha, que me miraba curiosa. Se lo explique todo y ella me sonrió estaba feliz de que yo formara parte de la manada, aunque no fuera un licántropo.