Capítulo 9
Invierno
Trate de pretender que nunca existió, que solo fue una ilusión, una broma macabra de mi mente cansada de esta larga y solitaria existencia, pero no podía. Todo me decía que era cierto, no solo mi memoria. Mi cuerpo, mis sentidos, todo mi ser decía que era cierto, que ella existía. Cerraba los ojos y era tan fácil verla, tan clara, tan nítida.
Trate de pretender que nunca existió, que solo fue una ilusión, una broma macabra de mi mente cansada de esta larga y solitaria existencia, pero no podía. Todo me decía que era cierto, no solo mi memoria. Mi cuerpo, mis sentidos, todo mi ser decía que era cierto, que ella existía. Cerraba los ojos y era tan fácil verla, tan clara, tan nítida.
Todos los días luchaba contra los síntomas de la abstinencia de mi droga favorita. La necesitaba, simplemente la necesitaba.
Calmar mi sed era solo un mero tramite, la caza semanal no sabia a nada y los días eran un su calvario de 24 horas.
2 meses habían transcurrido desde que llegue a Brasil. 2 meses en que no he encontrado rastro alguno.
Sin rumbo he viajado como un estúpido, tratando de encontrar algo que me lleve hacia ella, pero es inútil, Simplemente no logro encontrar nada.
No entendía como había llegado hasta aquella localidad. ¿Como había perdido el rumbo? No tenía sentido permanecer ahí, mi propósito se había perdido.
Tal vez y sólo tal vez puede volver a casa. Tal vez pueda retomar el rastro desde ahí y asegurarme de que todo esta bien. Eso me estaría permitido. No estaría interfiriendo cuando este ahí, tal vez y solo tal vez pueda ver…. Solo de lejos, claro… no interferiría con su vida… claro que no lo haría… Podría ver a…a Bella…
6 meses habían pasado desde que me separé de ella. ¡Rayos! ¿Tan solo, 6 meses? Pero estaba en lo cierto solo 6 meses, sin embargo ha sido como una eternidad. Todos los días un verdadero suplicio sin fin, un infierno. El cielo era estar junto a ella, Bella era mi cielo.
Maldición… Ya no recuerdo cuando fue la ultima vez que dije su nombre en voz alta.
Bella, Bella, Bella… Su nombre quemaba mi boca, mi lengua mi garganta y su recuerdo mi memoria y mi corazón.
¿Qué pasaría si volviera? No, eso es una locura, seguro que ella ya me ha olvidado, seguro que ya me ha superado. ¿Habrá tenido Mike Newton su tan anhelada oportunidad? Ya lo creo, seguramente ella ha encontrado consuelo en sus brazos, en sus besos.
La sola imagen de ella en sus brazos… Era, era como sentir un alfiler en mi cabeza. Si así fuera no podría evitar destrozar al blandengue de Newton o a cualquier otro que osara tocarla o estar junto a ella.
Pero ha sido lo mejor para ella. ¿Por qué no puedo ser yo lo mejor para ella? Ahora deben ser de otro sus días, sus sueños, sus besos y sobre todo, su futuro. La mente humana olvida rápidamente, fácilmente. Seguramente ya ha encontrado consuelo, pero eso solo lo hace más difícil para mí.
¿Y que pasaría si volviera? ¿Me recibiría? ¿Pero que le diría? ¿Me perdonaría? Tendría que volver de rodillas, le suplicaría. No sentiría vergüenza al hacerlo, yo no soy nada sin ella.
¿Y luego que? ¿Qué haría cuando el tiempo pasara inevitablemente? Un día tendría que separarme de ella. El tiempo terminaría venciendo y separándonos eternamente. Cuando eso sucediera ya no podría hacer nada, la vida y el tiempo habrían ganado y yo la perdería por siempre. El tiempo siempre nos vencería.
Aunque hoy estamos lejos. Aunque nuestros cuerpos estén separados por kilómetros y kilómetros de distancia, siento un poco de consuelo, al saber que ella vive lo que debería ser una vida normal. No es algo que haga mas soportable mi dolor, pero se que es lo mejor para ella.
Pero todo será infinitamente peor al pasar los años. El saber que descubrirá tantas cosas sin mi, sin estar a su lado sosteniendo su mano. Sus días de universidad, su primer trabajo, su primer ascenso, su primer auto decente. Tantas cosas, tanto que vivir.
Tal vez yo pueda estar ahí, tal vez podría compartir su vida con ella. Tendríamos que marcharnos, empezar juntos una nueva vida.Solo Bella y yo, juntos como una pareja. Juntos como hombre y mujer. Maldición…. estúpido, estúpido… pero si yo no soy un hombre, nunca podré estar con ella como tal. Nunca podré estrecharla fuertemente entre mis brazos, ni hacerla mía como deseaba hacerlo. ¿Cuánto tiempo podría soportar?
Pero la amaba mas allá de todo, mas allá de las desilusiones, de los impulsos, mas allá del deseo o de la necesidad. Solo estar junto a ella me bastaría, solo sostener su mano y recorrer su camino junto a ella hasta que su muerte natural nos separara. Después me uniría a ella en la muerte, trataría de alcanzarla si es que después de esta vida había algo más, como decía mi padre.
Pero que tonterías pensaba, me hacia falsas ilusiones. ¿Acaso no me a dejado marchar tan fácilmente, no ha bastado una sola palabra para romper nuestro lazo?
Han transcurrido 6 meses desde que me separé de Bella, sin embargo su presencia permanece junto a mi, día y noche. Las horas eran una interminable sucesión de imágenes y recuerdos en mi mente.
Había llegado a Tangará da Serra donde alquile un modesto dormitorio en una pequeña posada. Turistas de todo el mundo visitaban la localidad, era fácil pasar por europeo, algunos eran tan pálidos como yo.
Como siempre, mi andar era regido por el clima, pero me sentía mas tranquilo al desplazarme por las noches. El vivir de esta manera ya comenzaba a desequilibrar mi cabeza. Eran demasiadas las horas que debía permanecer inactivo, donde solo mi cerebro trabajaba y soñaba…
Me encontraba agazapado en una esquina del dormitorio, siendo atacado, una vez mas por el frío que recorre inclementemente mi cuerpo de arriba hacia abajo una y otra vez sin tregua ni piedad. Abrazaba mis piernas contra mi pecho, en un intento inútil de escapar a aquella terrible sensación… Como si eso fuera posible…
La luz del sol lograba filtrarse por la ventana que permanecía siempre cerrada, ya pronto caería la noche, aunque estaba seguro que en esta oportunidad, como en las anteriores, no encontraría nada.
Sin embargo seguí rastreando el lugar, callejones, zócalos, bosques a la redonda… pero nada, como siempre no encontraba nada. Seguí avanzando hasta llegar a Mato Grosso. Un ambiente festivo envolvía la ciudad.
—Discúlpeme, ¿Que están celebrando? — Le pregunte a una mujer que pasaba en ese momento junto a mi, cuya piel era tan oscura como el chocolate.
—Son las celebraciones de Semana Santa—. Dijo mientras me miraba de pies a cabeza.
De pronto sentí el contacto de una pequeña y calida mano tocando la mía. Di un paso hacia atrás, sorprendido por aquel inesperado y repentino contacto. Demasiado tiempo había pasado sin sentir el roce de un ser humano.
— ¡Isabella!, ¡Ya te he dicho que no se acerques a los extraños!
Discúlpeme señor es muy pequeña y traviesa. Supongo que esta impresionada por tu color—.
Discúlpeme señor es muy pequeña y traviesa. Supongo que esta impresionada por tu color—.
—No, no es nada, solo me ha asustado un poco—. Le dije sin apartar la vista de la pequeña niña que inimaginablemente tenía el mismo nombre que llevo siempre en mi cabeza.
Como era de esperar, la mujer se alejó dando grandes risotadas, mientras unos pequeños ojos negros me miraban mientras su madre tiraba fuertemente de su brazo.
La gente no paraba de bailar y reír a mi alrededor como si de ello dependieran sus vidas. Por todos lados se podía ver y oír la gente rezando, algunos caminando de rodillas, otros llorando desesperadamente.
Mi móvil vibro en mi bolsillo, la pequeña pantalla marchaba el numero de Rosalie. Aquello era muy extraño ya que no me había llamado en todos estos meses. No era muy seguido que me comunicaba con ellos y solo Esme o Emmett solían llamarme. Por primera vez en todo este tiempo me preocupé por mi familia, algo debía estar muy mal para que ella me llamara, de aquello no había duda alguna.
Me alejé de la multitud, podía escuchar perfectamente pero aquellas muestras de fanatismo religioso me molestaban un poco.
— ¿Que sucede Rosalie, todo esta bien? —
—Tan bien como se puede supongo—.
—Bueno entonces que sucede. ¿Por que me estas llamando?
— ¿Es que no puedo llamar a mi hermano? —.
—Pues claro que puedes, pero estoy consiente que no quieres, así es que dime que va mal. ¿Le sucedio algo a Emmett? — Aquello era casi imposible pero debía preguntar.
—No, ya te dije que todo y todos están bien…. bueno no todos—.
— ¿A que te refieres? Por favor déjate de estupideces y dime de una buena vez que es lo que sucede. ¿Donde esta mamá y Carlisle?
—Se marcharon hace un par de días, están de cacería, pero ellos están bien—.
— ¿Qué? Maldita sea Rosalie. ¿Qué? —.
—Esta bien, de todas formas te he llamado para decírtelo. ¿Cierto? Bueno… resulta que… —
Le lance un gruñido amenazante, no me sentía con ganas para juegos estúpidos.
—Mira, yo se que nos hiciste prometer que no interferiríamos en la vida de Bella…
—Tan bien como se puede supongo—.
—Bueno entonces que sucede. ¿Por que me estas llamando?
— ¿Es que no puedo llamar a mi hermano? —.
—Pues claro que puedes, pero estoy consiente que no quieres, así es que dime que va mal. ¿Le sucedio algo a Emmett? — Aquello era casi imposible pero debía preguntar.
—No, ya te dije que todo y todos están bien…. bueno no todos—.
— ¿A que te refieres? Por favor déjate de estupideces y dime de una buena vez que es lo que sucede. ¿Donde esta mamá y Carlisle?
—Se marcharon hace un par de días, están de cacería, pero ellos están bien—.
— ¿Qué? Maldita sea Rosalie. ¿Qué? —.
—Esta bien, de todas formas te he llamado para decírtelo. ¿Cierto? Bueno… resulta que… —
Le lance un gruñido amenazante, no me sentía con ganas para juegos estúpidos.
—Mira, yo se que nos hiciste prometer que no interferiríamos en la vida de Bella…
Que extraño era escuchar su nombre desde la voz de Rosalie. — ¿Siii? —
…Y bien todos hemos cumplido, te lo juro Edward nadie se ha acercado… Pero aquí estábamos, en casa de Tanya disfrutando los días de Pascuas y creo que Alice no ha podido evitar espiar en su futuro—.
— ¿Que me estas diciendo? ¿Le pasará algo a Bella? —
— Alice vio a Bella saltando de un acantilado…—
— Alice vio a Bella saltando de un acantilado…—
Aquello debía ser un error, no era posible, simplemente no era posible. Ella lo había prometido, no haría nada estúpido, lo había prometido.
— ¿Un acantilado…? ¿Cuándo? ¿Donde…? Espera un momento… ¿Que me estas diciendo?¿Donde esta Alice? —
— ¿Un acantilado…? ¿Cuándo? ¿Donde…? Espera un momento… ¿Que me estas diciendo?¿Donde esta Alice? —
Alice tendría la respuesta, además sus visiones no eran ciertas, el destino no estaba escrito en piedra. Ella se ha equivocada antes.
—Pues ella viajó hace un par de días a Fork. Ya sabes que le tenía gran cariño a Bella y a su padre. Ella quiere estar presente para ayudarlo en lo que mas pueda—
¿Que… que…que le tenía? Pero si Alice le tiene cariño a Bella.
¿Que… que…que le tenía? Pero si Alice le tiene cariño a Bella.
— ¿Pero, que me estas diciendo? ¿No hay nada que ella pueda hacer para evitarlo? — Siempre había una salida, un llamado a su padre, algo cualquier cosa. Siempre se puede hacer algo.
—Lo siento Edward, creo que ya es muy tarde. Bella… ella esta muerta. —
Bella muerta…. las palabras hicieron eco en mi cerebro repitiéndose sin piedad de mi mente, hasta que estalle en gritos.
—Lo siento Edward, creo que ya es muy tarde. Bella… ella esta muerta. —
Bella muerta…. las palabras hicieron eco en mi cerebro repitiéndose sin piedad de mi mente, hasta que estalle en gritos.
— ¡No, no! ¡No, tu estas equivocada!, eso no es posible. ¡Eres una mentirosa Rosalie! ¿¡Por que me haces esto!? —Emmett esta muy molesto con migo, no quería que te llamara, el pensó que debía esperar un par de días mas, pero que sentido tiene si ella ya esta muerta.
¡No! ¡Cállate¡ Tu no sabes nada, eres una mentirosa y te lo voy a demostrar!
De un golpe cerré el móvil, aquello era una mentira, una gran y maldita mentira. ¿Pero como es posible que me haga esto?
De un golpe cerré el móvil, aquello era una mentira, una gran y maldita mentira. ¿Pero como es posible que me haga esto?
Solo había una manera de saber que es lo que verdaderamente estaba sucediendo. Marque el numero de los Swan, con la estúpida esperanza que fuera ella quien contestara, seguramente a esta hora el se encontraría en la oficina.
—Casa de los Swan— Dijo una voz ronca de hombre. ¿Pero quien podría ser?
—Si... Bueno soy el Doctor Carlisle Cullen. Quisiera hablar con Charlie Swan por favor—.Verdaderamente no pensé en suplantar a mi padre, pero tal vez, después de todo no quisieran darme información si sabían que era yo el que llamaba, después de todo yo la había abandonado, sola en mitad del bosque.
—Si... Bueno soy el Doctor Carlisle Cullen. Quisiera hablar con Charlie Swan por favor—.Verdaderamente no pensé en suplantar a mi padre, pero tal vez, después de todo no quisieran darme información si sabían que era yo el que llamaba, después de todo yo la había abandonado, sola en mitad del bosque.
—No esta en casa— Contesto el hombre en un tomo amenazador.
—Por favor dígame a que hora lo puedo hablar con el o donde se encuentra—
—Esta en el funeral—
—Por favor dígame a que hora lo puedo hablar con el o donde se encuentra—
—Esta en el funeral—
En el funeral… Fue todo lo que pude escuchar, corte la llamada ya no había duda alguna, era verdad, todo era verdad. Rosalie no mentía, Bella, mi Bella estaba muerta. Ya nunca más sus ojos brillarían para mi, su cálido cuerpo era ahora solo un recipiente frío y vacío, su esencia, todo su ser se había ido para siempre.
Y ahora ella estaba muerta, impulsada seguramente por mi abandono, por mi estúpido intento de mantenerla a salvo. Yo la había matado. Nunca mas podría verla, sentirla y escuchar su risa cristalina. Ya nunca más me vería reflejado en sus ojos, nunca mas tendría la esperanza de un futuro. Sus sueños… mis sueños de compartir su existencia junto a ella.
Camine entre la gente que no paraba de cantar y rezar a mi alrededor. Rezaban a su dios, aquel que cuida sus almas y rige sus vidas. ¿Cuidaría El del alma de mi amada Bella?
Y entonces fui completamente consiente por primera vez en mis casi cien años de vida lo que la soledad realmente significaba. Sin Bella no viviría, sin ella no quería ya vivir.