CAP. 21 FAN FIC "SOL DE MEDIA NOCHE"

Bueno chicos como cada día les dejo el siguiente capítulo del FAN FIC de ALEXA CULLEN el cual es basado en "Sol de media noche".

Disfrutenlo!!!

Capítulo 21
Desesperanza



Estábamos a punto de despegar cuando Alice nos llamó.

Su visión había cambiado, ahora podía ver a Bella en el cuarto de espejos y James permanecía de pie junto a su cuerpo sin vida.

—Por favor, Alice por favor no la dejes sola, no la pierdas de vista—. Le dije con la angustia en mi garganta.

—No te preocupes Jasper me ayudará te lo prometo, te estaremos esperando—.


Podía ver el Sky Harbor International, ya faltaba muy poco para estar junto a Bella nuevamente, habíamos salido de Seattle a las cinco de la madrugada y casi cuatro horas mas tarde llegábamos a Phoenix.
Trataba de enfocarme en la voz mental de Alice, pero creo que viajábamos demasiado arriba aún.

Lo primero que escuche al acercarnos fue su desesperación, la vi correr hacía mi, corría sola, sin Jasper, sin Bella.

En su mente solo podía ver aquel cuarto, Bella yacía en el suelo y James la contemplaba con una maléfica sonrisa.

La tomé fuertemente por los hombros.

—Dime que ha pasado, dímelo, quiero escuchar las palabras, dímelo ahora—. Le grite apretando los dientes.

Alice me miraba asustada, avergonzada.

—Dijo que quería desayunar y fue con Jasper, pero ella fue al baño y escapo—.

—James, ¿fue James quien se la llevado? —

—Jasper se dio cuenta que algo no marchaba bien, así es que entró al baño y encontró otra puerta, ha preguntado a todo el que se ha cruzado por su camino.
Una pareja dijo que había visto a una chica de esas características corriendo como loca hacia la salida—.

—¿Pero por que?. No puede ser, se habrán equivocado—.

—No, lo siento Edward no sabes cuanto lo siento yo…. yo.
Me ha entregado esta carta para su madre, creo que debí haber desconfiado cuando me la dio—.

Su mano temblaba cuando me entregó la carta.

—Vamos, dijo mi padre, nada podemos hacer aquí, debemos movernos—.

Sostenía la carta entre mis dedos, no podía moverme, aquel pequeño pedazo de papel era lo último que me quedaba de ella.
Acerqué el sobre a mi nariz, podía sentir su exquisito perfume.


Edward:

Te quiero.
Lo siento muchísimo. Tiene a mi madre en su poder y he de intentarlo a pesar de saber que no funcionará. Lo siento mucho, muchísimo.
No te enfades con Alice y Jasper, si consigo escaparme de ellos será un milagro, dales las gracias de mi parte en especial a Alice por favor.
Y te lo suplico por favor no le sigas, creo que eso es precisamente lo que quiere. No podría soportar que alguien saliera herido por mi culpa, especialmente tú, por favor es lo único que te pido. Hazlo por mí.

Te quiero…perdóname

Bella


Apreté la carta entre mis manos, mis piernas temblaron y caí de rodillas al suelo, todo había acabado, ya no tenía nada en este mundo.
Sabía que en algún punto debería separarme de ella, pero esperaba que fuera dentro de muchos, muchos años, quería sostener su mano cuando su corazón, de forma natural, dejara de latir.
Pero no así, no esta manera, no ahora.
No en manos de James, que la heriría, desgarraría su cuerpo y torturaría hasta perder el juicio.

Habría llorado si pudiera, hubiera gritado si pudiera, pero no podía hacer nada.

—Edward… ¿¡Edward!? —. Escuche el llamado desesperado de mi padre. —Hijo debemos tratar de detenerle, aun existe esperanza—.

Trataba de escuchar, de creer en sus palabras, aun no se había hecho el último movimiento James tendría que enfrentar mi venganza si no lográbamos llegar a tiempo.
La rabia se fue apoderando de mi cuerpo, el pagaría y luego… ya no habría nada para mi. Nada en esta tierra.

—Tienes razón,— le dije, guardando la carta en mi bolsillo, debíamos movernos.

Jasper nos esperaba fuera de aeropuerto, había conseguido un coche y estaba discutiendo con el guardia.

—Si. Ya se que no puedo estacionarme aquí. Pero estoy esperando a mi padre que esta muy enfermo—.

Rápidamente nos montamos todos en el coche y los neumáticos rechinaron mientras acelerábamos.

Alice y Jasper manejaban ahora a toda velocidad, sin importar que alguien pudiera vernos.
No había tiempo que perder.


—Alice donde le has visto por ultima vez—.

—Bueno en el estudio de Ballet—.

—Y eso donde queda? —

—Bella nos dijo que en la 58 esquina con Cactus, a unas cuadras de su casa.

—Ya deben de haber pasado quince a veinte minutos desde que se fue, mas el tiempo que nos queda de camino serán por lo menos otra media hora mas—. Dijo Jasper

—Asegúrate que sean solo quince de camino—.

—Bueno trataré que sean solo diez, confía en mi—. Agregó Alice.

Pero pude ver como se arrepentía de decir esas palabras, sentía que ya me había fallado.
Pero no tenía tiempo para consolar a nadie, solo una persona me interesaba en esos momentos.

Alice cruzaba a toda carrera las calles de la ciudad, la imagen de Bella sin vida no paraba de torturarme.
¿Que haría sin ella? Lo único que sabía era que sin ella no quería vivir.
Claro que tenía un pequeño problema… Los vampiros no podemos morir…

¿Si le pidiera a Emmett y Jasper ayuda para desmembrar mi cuerpo y luego quemar todas sus partes, que dirían?

No, con ello no podría contar.

Si viajará solo, podría llegar junto a James y dejar que me matara… No creo que no podría. Tanto odio sentía por el, que no podría contenerme antes las ganas de matarle.

Tendría que partir, debería buscar mi fin en otras y antiguas tierras, sólo ellos podrían terminar con mi sufrimiento.
Porque eso sería la vida sin Bella, un eterno sufrimiento.

—Falta poco, Edward busca, escucha, concéntrate— Me animaba Alice.

Traté de enfocar la voz mental de James…

“¿Te gustaría reconsiderar tu última petición?” A través de sus pensamientos podía ver a Bella a sus pies.

Sufría enormemente.

Pude escuchar un grito desgarrador cuando James pateó una de sus piernas.

Noooooooo! Grité, dando un golpe a la puerta trasera, la cual salió disparada, salté fuera del coche y corrí con todo mi ser.

—¡Edward!—. Gritó mi padre tras de mi.

—Corre Edward, aún hay tiempo—. Me decía la voz mental de Alice.

Podía distinguir su aroma, era muy cargado, seguramente se acentuaba debido al calor, me movía tan rápido que posiblemente parecía solo una sombra borrosa ante los ojos de algún humano.

Al doblar la esquina pude ver el estudio de Ballet, la puerta se encontraba abierta y cuando puse un pie en el interior, el olor a sangre golpeó mi cara como una gran bola demoledora.

Sin detenerme me adentre en el vestíbulo, podía ver, escuchar y oler que ella se encontraba a unos pocos metros en la sala continua.

Bella estaba tendida sobre un montón de espejos rotos, tenía su camiseta bañada de sangre y James se inclinaba sobre ella, de espaldas a mi.

Mi cuerpo se estremeció bajo el gruñido que subió por mi estomago y salió arañando mi garganta.

Podía escuchar los latidos de su corazón, lentos apenas perceptibles.
James se incorporó de golpe haciéndome frente.

Ah! Veo que has vendido a rescatar a tu novia, pero como verás ya es muy tarde, le he robado la vida y he destrozado su frágil cuerpo como podrás ver.

—No, ¿Como has podido?, ¡Ella es mía! —. Le dije mostrando los dientes.

—Mmm, no sabes cuanto lo siento, creo que no he visto tu nombre en ninguna parte, ¿Edwin?, ese es tu nombre? Nop, creo que no lo vi—.

—Me las pagaras—.

—Ven por mi…—.

—¡Aquí estamos! —. Me decía mi padre desde la puerta.
Emmett, Jasper y Alice ingresaban detrás de el.

James dio un gruñido de frustración mientras se daba vuelta para dirigirse por una salida de emergencia ubicada al otro extremo del gran salón.


—No lo permitiré—. Le dije mientras me situaba delante de esta.
Mis hermanos lo rodearon cerrándole el paso por la salida principal.

James se agazapo ante nosotros.

—Vengan, me llevaré a alguno conmigo—.

En ese minuto Jasper se lanzó sobre el, pero James fue mas rápido y saltó evitando su agarre.

Emmett sujetó una de sus piernas en el aire y lo lanzó con un seco movimiento contra el suelo.

Jasper lo agarro por una pierna y la desgarró.
James aulló de dolor pero Emmett lo tomó por los brazos y los desprendió como si se tratara de un muñeco.

Alice y mi padre habían reunido unas sillas y se disponían a encenderlas.

—¡Lánzalas aquí!—. Le gritaba Alice a Emmett, mientras los alaridos de James retumbaban en la amplia sala.

Bella estaba pálida como el mármol, su corazón era solo un leve murmullo, estaba muriendo.

— ¡Oh no, Bella, no! —. Tomé la cabeza de James entre mis manos y la arranqué de cuajo. La tiré al fuego y salté junto a ella.

— ¡Bella, por favor! ¡Bella, escúchame; por favor, por favor, Bella, por favor!—.


— ¡Carlisle!, padre, ayúdame, ayúdala—. Mis palabras apenas salían de mi boca repentinamente seca.

— Emmett, Jasper, esperen afuera cuando terminen—. Les ordenó.

— ¡Padre!—.

—Aquí estoy hijo, veamos, ha perdido algo de sangre, pero la herida no es muy profunda. Echa una ojeada a su pierna, está rota—.

Había podido ver toda la escena en la mente de James, la furia y el dolor se abrió paso entre mis dientes pero todo estaba hecho, el cuerpo de James se reduciría a cenizas y nosotros seríamos libres.

—Y me temo que también lo estén algunas costillas —.

La examinaba cuidadosamente, nada se le escaparía al ojo clínico de mi padre.
Por mi parte lo único que veía era sangre, sangre y mas sangre por todos lados.

—Edward —. Dijo de pronto Bella.

—Te vas a poner bien—. Su voz era apenas perceptible aun para mi.

—¿Puedes oírme, Bella? —. ¿Estaría consiente o solo seria una llamada inconsciente, como en sus sueños? —Te amo, por favor no me dejes, Bella mírame.

—Edward —. Dijo nuevamente un poco mas claro.

—Sí, estoy aquí—.
Sostuve su mano entre las mías.

—Me duele—.

—Lo sé, Bella, lo sé—. Su pierna rota le estaba causando gran dolor. ¿Pero que hacía mi padre, que no le ayudaba?. —¿¡No puedes hacer nada, por favor!? —.

Mi padre le administró morfina, eso calmaría su dolor.

—Me duele la mano —. Decía Bella, era extraño de verdad ya que la morfina actúa rápidamente.

—Lo sé, Bella, no tardara en hacer efecto el calmante—. Pero su cuerpo se había empezado a retorcer levemente.

— ¡Me arde la mano! —. Grito de pronto, soltando su mano que permanecía entre las mías.

— ¡Padre su mano! —. Le enseñaba la marca que no había notado antes.

—¡La ha mordido!—. Dijo mi padre perdiendo toda compostura, me miraba con los ojos llenos de temor.

La ha mordido, la visión de Alice, todo este tiempo luchando contra algo que estaba fuera de mi control, Bella no peligraba por mi causa, su destino se cumplía y yo nada había podido hacer por detenerle.

Alice me pedía que terminara de transformarla, pero como podía, ¿Moriría si no lo hacia?.

—Hay otra posibilidad —. Dijo de pronto mi padre.


— ¡¿Cuál?! , dímelo por favor padre, cual?.

Debía extraer el veneno, debía succionar.
El si funcionaba no era seguro, como todo con Bella deberíamos probar.

Pero aquello me paralizaba el cuerpo, su sangre en mi boca en esos momentos era como una pesadilla para mi, que pasaría si… Si yo….

— ¡Edward! —. Grito Bella. ¿Como podía dudar, como podría dejarla morir ahí, ante mi?.

—Edward, has de hacerlo ya o será demasiado tarde—. Apuró mi padre.

Tomé su mano entre las mías, la contemple un momento, Bella se retorcía de dolor, debía detenlo.

Tome un gran bocanada de aire y me lleve su mano a mi boca.
Su piel me quemaba los labios, succioné de a poco, mi lengua tembló al contacto de su sangre caliente que inundó mi boca.

Un escalofrío bajó por mi cuello hasta mis brazos, inconscientemente apreté aun mas su mano.

El escalofrío siguió bajando por mi cuerpo llenándome por completo.

Succioné un poco más, no quería cerrar mis ojos, no quería entregarme al placer. Contemplé su cuerpo, ya no se movía violentamente por el dolor.

Su corazón latía en mi boca, pude sentir sus latidos disminuyendo lentamente hasta parecer un lejano eco.

Entre el delicioso y exquisito sabor, sentí el sabor a morfina que se fue haciendo cada vez mas fuerte.
Lamí su muñeca cerrando así la herida propinada por James.


—Edward —. Me llamó nuevamente.

—Está aquí a tu lado, Bella—. Le dijo Alice mientras limpiaba su rostro.

—Quédate, Edward, quédate conmigo... —.


—Aquí estoy—. Le dije acariciando su rostro, su frente, apretando su mano contra mi pecho.
Lo había logrado, había probado su sangre y ella no estaba muerta.

—¿Has sentido la morfina? — Me preguntó mi padre.

—Extraje todo el veneno—. Le confirmé a mi padre. —La sangre esta limpia—.
— ¿Bella? Ya no te duele—.

—No — Dijo en un suspiro, se encontraba bien, dentro de lo que se puede considerar bien.

Claro sin contar que casi no tenía sangre en el cuerpo, que tenia un pierna rota y quien sabe que mas.

Al parecer todo había sido un truco muy bien organizado por James, su madre nunca estuvo en peligro, ella se encontraba en Florida y no se había enterado de nada.
Y todos habíamos caído en su juego.

Bella se encontraba muy cansada probablemente por la perdida de sangre, pero logro decir algo sobre un vídeo y Alice.

—Él te conocía, conocía tu procedencia —. Miramos la cámara de vídeo que se encontraba en el suelo.

Alice se levanto y camino hacia ella.

—Es hora de llevársela —. Resolvió mi padre.

—No, no quiero ir, quiero dormir—.

—Duérmete, mi vida, yo te llevaré —. La tome entre mis brazos cuidadosamente, sosteniendo su cabeza como se hace con los niños.

Ahora estaba a salvo, a salvo en mis brazos para siempre.
Nunca mas debía permitirme hacerla pasar por algo así, nunca mas. —Duérmete ya, Bella. Duerme—.



Y mañana no se pierdan la continuación ^.^ estamos a 2 capítulos de que esto termne U.U


SOLO FALTA VER SI QUIEREN TAMBIEN LEER EL DE LUNA NUEVA, ESE QUE NOS REELATARÍA EL DOLOR DE EDWARD AL DEJAR A BELLA , DEJEN SUS COMENTARIOS PARA VER SI LO PONEMOS O NOP ^.^

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