Capítulo V
Una pelea sin sentido
Una pelea sin sentido
A pesar de que Rose trato de apartarnos empujando a Jake, quedamos frente a frente.
-¿Rose? Jake es…
-Renesmee, eres una niña y no permitiré que este perro te ande babeando dentro de la casa, ni en frente de mí.
-Vamos, sabes que no hay nada malo. ¿O qué, ya se te olvidó todo lo que tu querido marido le decía a Bella, cuando recién se convirtió en vampiro?
-¿Perdón?, la verdad, no lo recuerdo.
-Ah ¿no? Y dime: ¿cuántas casas destruyeron exactamente?Su discusión no tenía sentido para mí, no sabía de que estaban hablando.
-¡Mira perro, eso no tiene nada que ver contigo, no puedes reprocharme nada; la discusión sobre mi vida sexual nunca fue contigo!- Wow, abrí los ojos lo más que pude. ¿Mi tía y su esposo…?
-Ja ja ja ja ja ja- comencé a reír a todo volumen, mis vista se volvió a nublar, pero esta vez por lágrimas de risa.- ja ja ja- No podía parar.
Gracias a mi risa, su discusión terminó y ambos me miraron escépticos por un breve momento. Cuando menos lo esperé, Jacob estaba en su forma de lobo y Rosalie tratando de morder su cuello.
No grité, me quedé paralizada, y era muy débil para separarlos. En menos de un parpadeo Jake tenía a Rosalie bajos sus patas y la cocina estaba casi destruida. Cuando Rosalie estuvo a punto de morder a Jake, reaccioné.
-¡¡Papá!!-grité con todas mis fuerzas, sabía que con sólo decir su nombre me escucharía, pero me desesperé tanto que no pensé en lo aturdidor de mi grito.En menos de segundo la familia completa estaba ahí y la pelea había terminado, a Rosalie la sostenía de un brazo mi mamá y por cintura su esposo. Mientras que Jacob estaba tendido en el piso. Un gran escalofrío recorrió todo mi cuerpo, mi Jacob, tirado en el piso. ¡Rosalie le había hecho daño!
¡No! ¡No! ¡Por favor!, grité hacia mis adentros. Una de las cosas que más me preocupaba era que Jake llegará a recibir alguna mordida de vampiro. Eso era mortal para los licántropos, y si Rose lo había llegado a morder, jamás se lo perdonaría. Simplemente intentaría matarla yo misma.Mi Jacob, herido por un vampiro… ¡No! ¡No!
-Jake- dije con una voz apenas audible. Me acerqué a él, me arrodille a un lado y mientras, Carlisle, lo revisaba, yo acaricié su hocico.Miré hacia arriba. Mi papá estaba parado justo a un lado de mi abuelo, mirando toda la escena entre Jake y yo, sus ojos se veían llenos de ira, no sabía porque y la verdad no me interesaba en ese momento, volví a mirar al enorme lobo en el suelo y sin palabra alguna, tocando su peluda mejilla le dije cuanto lo quería. Estaba muy preocupada, no sabía si mi tía realmente lo había mordido, o si sólo lo había lastimado de los huesos.
-Tiene 2 costillas fracturadas y una pata trasera.-dijo mi abuelo, mientras se ponía de pie.
-¿Estará bien?- preguntó mi madre con miedo en su rostro.
-Sí, tomando en cuenta las condiciones de los hombres lobo, sanar máximo en 4 días.
Habiendo dicho esto, Jasper y mi papá se ofrecieron a llevar a Jake al estudio de mi abuelo, donde prácticamente tenía un hospital, Jake era grande y pesado para un solo vampiro.A penas subí dos escalones detrás de ellos y escuché a mi mamá llamarme desde la sala.
-Renesmee, ven por favor.
-Mamá, necesito subir.- le contesté sin dar un paso.
-Será sólo un minuto, lo prometo.
Di media vuelta y fui con ella. Cuando vi a mi madre sentada en el sofá, supuse que mi tía y su esposo Emmett, habían decidido salir antes de que algo más pasara.
-¿Qué sucede, mamá?
-Necesitamos hablar, nena.
-¿Sobre qué?
-Tu padre.
-¿Papá?, ¿qué sucede con él?
-Lo que pasa, es que, no me agradan las expresiones que tiene. Lo conozco y sé que tiene algo en mente.
-¿Y qué conmigo?
-Las decisiones de tu padre, muchas veces son muy extremas, y él haría lo que fuera para protegerte.
-¿Entonces?- le hice un gestó de presión, quería subir a ver a Jake, en ese momento era lo más importante.
-Siempre hazle saber a tu padre que es lo que sientes.-oí sus palabras, más no las escuché. Nos les tomé importancia, Jake estaba herido y no podía pensar en nada.
-Sí, mamá- sólo eso contesté, subí las escaleras y me dirigí al estudio de mi abuelo.
Me quedé con Jacob todo el tiempo, no supe a qué hora ni cómo, pero desperté en mi cama. Seguro mi papá me había llevado a mi habitación en cuanto me quedé dormida. Me di un baño, seque mi cabello, me vestí con lo más lindo que encontré en mi enorme guardarropa y antes de bajar a desayunar, toque la puerta del estudio de mi abuelo para ver si aún estaban ahí. Respondió mi padre.
-Hola papá, ¿cómo está Jake?
-Buenos días, Ness. Está bien hija, pero creo que necesitamos hablar.
-Dime papá.- traté de parecer paciente, pero en realidad por dentro no soportaba las ganas de querer ver a Jake.
-Bueno, es sobre Jacob. La verdad, pequeña. Estoy asustado, imagínate si no hubieran estado en casa, que hubieran ido de cacería y sólo ustedes tres. ¿Qué hubiera pasado? Rose, probablemente lo hubiera mordido, o te hubieran lastimado.
-Tal vez, pero no fue así.-Mi familia siempre me decía que era igual que mi madre: testaruda, algo irresponsable, y muchas cosas más.
-Lo sé pequeña, pero pienso que tu relación con Jacob es… peligrosa, o al menos por ahora.
-Papá… Yo quiero a Jacob como a nadie más y hagas lo que hagas eso no va a cambiar.- aparte la mirada, no quería que me convenciera de que Jake era peligroso, yo sabía que no era así. Él nunca permitiría que me hicieran daño, él nunca me dañaría.
-Yo no pienso hacer nada, sus decisiones son suyas y de nadie más.
-Gracias, ahora ¿puedo entrar a ver a Jake?- le dije con una voz retante.
Retar a mi papá, era lo que menos me agradaba, pero cuando se trataba de el amor de mi vida estaba dispuesta a todo.
-Sí.- fue su última palabra. Se apartó y me dejo entrar.