Historia
La carretera se encontraba sumida en una oscuridad pero aun así era tan clara para mis ojos, necesitaba saber exactamente en que me había convertido, mis recuerdos humanos eran difusos Albión pareció notar mi preocupación y rompió el silencio. Empezó a explicarme que era ahora, el repitió esa frase “eres una neófita” así se nombraban a los vampiros recién nacidos; me contó sobre guerras antiguas entre clanes por territorios, sobre la sed insaciable que sentían, pero que había otra forma de vivir una que algunos dirían que es una aberración; ser “vegetarianos” esa fue la palabra que utilizo, alimentarse solo con sangre de animales. Señaló sobre la ventaja que tenía ahora en mis manos, la fuerza que permanecería por lo menos un año. Si, podía obtener mi vendetta, después de explicar; vino a mí un recuerdo difuso y a la vez curiosidad de saber ¿como era su nieta? ¿Y que pasó con ella? Entonces me aventure a preguntar.
- ¿Cómo era tu nieta Albión? Recuerdo vagamente que… un día le dijiste a mi padre que te la recordaba – inquirí con voz cautelosa.
El se puso rígido casi parecía temblar y sus manos se aferraron a el volante, era claro que trataba de contener sus fuerzas para no hacerlo añicos, sus nudillos resaltaron en su piel marmórea y en sus ojos la furia y dolor resaltaba con gran intensidad.
- Lo lamento fue tonto de mi parte preguntar lo siento…lo siento mucho, no es necesario responder – le farfulle atropellando cada palabra y mientras le decía eso mis ojos se clavaron a mis manos, estaba tan avergonzada. Albión debió notar mi nerviosismo porque en un instante y con un inspiración profunda todo su cuerpo se relajo pero la melancolía y sufrimiento no abandonaron a sus ojos luego el empezó a hablar con voz sedosa.
- No te preocupes de todas formas tenia pensado contártelo algún día – y con esas palabras inicio su relato.
- “Antes de convertirme en vampiro tuve una esposa e hija humanas y mi hija a su vez me dio una nieta pero ella no sobrevivió a el parto, fue en el año 1512 yo tenia treinta años era invierno, nuestra residencia estaba en Londres y aunque médicos prestigiosos se encargaron de ella ninguno la salvo, pero si lograron sacar a tiempo a mi nieta. Mi esposa le puso por nombre” Alba” pues se convirtió en nuestro sol, un amanecer que iluminaba cada día de nuestras vidas, pasaron diez años y, a vísperas de mi cumpleaños numero cuarenta; esa noche…”
Cerró los ojos un segundo tratando de asimilar la melancolía.
- “Retornábamos de dar un paseo en carruaje cuando dos hombres vestidos de negro se detuvieron frente a la carroza, el cochero se detuvo abruptamente y huyo a gran velocidad sin mirar siquiera atrás”.
-“Los dos extraños que teníamos delante de nosotros vestían capas negras como la noche pero su piel destacaba bajo esa negrura, pálidos como la nieve y con rostros sublimes casi angelicales pero sus ojos tenían un tono rojo carmesí, penetrantes casi hipnóticos, mi esposa quien llevaba a Alba en su regazo la envolvió en sus brazos presintiendo el peligro, saque la pistola que traía conmigo. No aparentaban caminar, mas bien era como si flotaran cuando se acercaron, en aquel instante tan fugas; nos sacaron a los tres de la carroza y no se bien como, logre disparar el arma justo a el pecho de uno de ellos pero el sonido que produjo al chocar contra él fue como si chocara contra una roca de granito.”
- No es necesario que continúes Albión – le murmure podía ver el dolor que le producía recordar su pasado.
-Déjame proseguir Amely.
“Mi esposa y nieta gritaron al unísono entonces al enfocar mis ojos hacia ellas vi. que mi nieta estaba en el suelo llorando y llamando a su abuela mientras que ella se encontraba en los brazos de uno de los hombres que la aprisionaba desde su espalda dejándola ver por ultima vez a Alba, su sangre, brotaba de su cuello pero ella luchaba por no perder la conciencia entonces me miro y chillo:”
- “¡¡Sálvala!! Sácala…de aquí no…no permitas que… mue…ra – grito al principio pero su voz se fue ahogando y eso fue lo ultimo que la oí decirme, mire hacia Alba me apresure hacia ella, la tome en mis brazos y trate de escapar pero no pasaron ni diez segundos y el segundo hombre ya se encontraba frente a mi con sonrisa siniestra.”
“- ¿A dónde crees que vas? esto se pone mejor, déjame a la niña yo la cuidare- canturreo, le di la espalda protegiendo con mi cuerpo a mi Alba pero en una fracción de segundos lo tuve encima de mi y sentí como su mordida se encajaba a mi cuello, trate de combatir pero todo era inútil mis fuerzas abandonaban mi cuerpo, sujete lo mas fuerte posible a Alba pero ¿Cómo protegerla? y fue que en un abrir y cerrar de ojos me la arrebataron de los brazos.”
“- ¡¡Abuelito!! – me grito con su vocecilla me sacudí violentamente, en un intento vano de liberarme pero mi captor ni siquiera se inmuto de los movimientos y con mi ultimo aliento grite:”
“-- ¡¡¡ Alba…!!! – después fui perdiendo lentamente la conciencia.
“No tan lejos de nosotros se oía a una horda de personas acercándose a el lugar donde nos encontrábamos, sus gritos se escuchaban cada vez mas cerca y decían:”
“– ¡¡¡ Asesinos!!! ¡¡¡Demonios!!! ¡¡¡Quémenlos!!! – sus gritos se oían mas y mas cerca, ese momento mi captor me libero dejando caer mi cuerpo y dijo:”
“- Huyamos son demasiados – refunfuño luego creo que se fue pero sus pisadas no se oyeron casi solo sentí una brisa pasar, el segundo hombre continuaba con Alba en sus brazos. Yo aun seguía consciente pero no tenía fuerza suficiente para luchar, de pronto el cuerpo de mi nieta fue cayendo como una flor desojada y el hombre, se desvanecía en la obscuridad del callejón más cercano, me arrastre hasta ella pero era demasiado tarde su cuerpo no tenia vida y de sus heridas no corría sangre. Podía ver la luz tenue de las teas acercarse y mi herida aun sangraba debía huir, mis ojos entonces se dirigieron a el cuerpo de mi esposa y luego a mi nieta ¿Qué debía hacer? Tome entonces una decisión dolorosa, no podría llevarme a ambas pero aunque sea me iría con una de ellas, tome en mis brazos a Alba y antes de irme mire una vez mas a mi esposa y le dije:”.
“- Adiós cariño… me llevare a Alba…te amo – mi voz fue un suspiro al terminar la frase, entonces huí dejando atrás parte de mi corazón.”
No pude imaginar el dolor que sintió ese instante. Entonces prosiguió:
“Sabia que si nos localizaban iríamos directamente a la hoguera, no iba a permitir que el cuerpo de mi nieta fuera quemado y gracias a Dios halle una casa abandonada entre en ella y logre sentarme a esperar reunirme con mi esposa y nieta pero… me esperaba otro destino. Después de días de dolor, abrí los ojos a mi nueva vida y me di cuenta de lo que era ahora, un vampiro; oí anteriormente rumores de estos seres, creía que eran mitos pero eran todo menos un mito; debía salir de ahí, no tardarían mucho tiempo en encontrarnos, espere a que la noche cubriera la ciudad y en ese momento me escabullí llevándome a mi nieta en brazos, adentrándome en lo mas profundo de el bosque ahí encontré una cascada imponente y a orillas de ella sepulte a Alba. Me quede a su lado hasta el amanecer en cuanto salio la luz del sol matutino me percate que mi piel relucía como un diamante, su tono también había cambiado a una palidez absoluta y mis sentidos se habían incrementado totalmente pero nada de eso parecía importar solo sentía el dolor por la perdida de mi familia, las semanas pasaron y algo crecía mas y mas, si, la necesidad de alimentarme se hacia mas fuerte a cada momento.”
“Un día un oso se aproximo lo suficiente para sentir su efluvio, era tan exquisito que mis instintos se apoderaron de mi y lo cacé comprendí entonces que tenia una esperanza de sobrellevar esta nueva vida, fui a despedirme de mi nieta y me marche; viaje sin rumbo de país a país pintando y vendiendo cuadros pues ese había sido mi trabajo, buscando incesantemente a los de mi especie.”
“Pasaron muchos años, creo que una centuria, en Alaska conocí a un clan el Denali fueron tan amables conmigo pase una larga temporada con ellos y luego tome rumbo a Sudamérica allí encontré un clan de amazonas mi estadía con ellas fue tan emocionante, aunque parecían rudas me permitieron retratarlas después de unos meses proseguí con mi búsqueda a Italia, allí encontré otro clan Los Vulturis.”
- ¿Conoces a los Vulturis? – inquirí asustada.
-Permíteme continuar- refutó.
“Eran cuatro los principales Aro, Cayo, Marco y Carlisle vampiros mas civilizados todos unos eruditos pero hice una gran amistad con el ultimo, Carlisle tenia una gran compasión todo el irradiaba paz me impacto su historia y los planes que se había trazado, la mayoría del tiempo charlaba con él contándole mi vida y mi esperanza de encontrar a una pareja, me lleno de valor para continuar mi búsqueda. Un día les pedí que posaran para mi deseaba tanto retratarlos, todos ellos accedieron de buena gana, en solo cuestión de dos horas hice cinco cuadros cuatro de ellos se quedo con los Vulturis que les gustaron tanto e insistieron en pagar por ellos el quinto lo obsequie a Carlisle, él quería pagarme pero le dije que era un recuerdo de nuestra amistad, tiempo después decidí continuar con mi viaje.”
“Años después en New York era primavera pero el día prometía ser nubloso, ya casi terminaba de pintar a la plazuela del pueblo cuando oí una voz”.
“— Es muy bella su pintura – me dijo, su voz era dulce como la miel, cuando alce la mirada y vi a la mujer que tenia a mi lado note que era de belleza solo comparable con la de mi primer esposa. No lo dude un instante y le pedí que se casara conmigo en su rostro vi su aprobación como si hubiera esperado la pregunta; nos reímos al mismo tiempo como niños quinceañeros, luego me dijo que su nombre era Sara, la invite a hospedarse conmigo ella acepto con una sonrisa que me conquisto del todo, se acoplo sin ningún problema a la forma de alimentarme, parecía que estaba esperando ese cambio y desde es momento ella esta a mi lado.”
Así Albión concluyo con su relato, ahora lo veía con mas respeto que nunca pero desee conocer a Carlisle y dije en mi interior “lo tengo que conocer y lo haré” luego mis pensamientos volvieron a el presente y le pregunte:
- ¿Cómo conociste a Andre? Es extraño pero es como si me conociera desde hace mucho tiempo… cuéntame sobre él por favor – le murmure pero sentía el nerviosismo en mi voz.
Albión percibió el cambio en mi, esbozo una sonrisa entonces aclaro su garganta y me dijo:
- Encontré a Andre o mejor dicho el me encontró hace cincuenta años cerca a este pueblo buscaba una casa para mudarse pero daba la impresión de que esperaba a alguien y para mi sorpresa era a mi. Me platico que esperaba a una familia que recién se cambiaría pero aun faltarían años para ello. Yo no comprendía nada, sus palabras no tenían sentido alguno lo invite a mí residencia para que me explicara con mas calma, ya ahí el inicio con su historia pero creo que él es quien debe relatártela.
- Pero tengo mucha curiosidad por favor – le suplique.
-Solo tardaremos tres días para llegar a Siena, ahí nos reuniremos con Andre y entonces podrás saciar tu curiosidad ten paciencia – comento entre risas.
Debía admitirlo sabia dejar en suspenso a alguien, dos horas después la aurora empezó a nacer frente a nosotros.
-Pasaremos primero por casa de una amiga que podrá ayudarnos vive cerca su nombre es Ecaterina Sorel.
- ¿En que nos brindara ayuda?- inquirí.
-Bueno es simple ella posee un don que es similar a el tuyo.
¡¿Qué?! ¿Similar a el mió? Tenía un don al igual que Andre.
- ¡Espera Albión! ¿De que hablas?- exclame exaltada.
- Perdona por no decirte pero tu al nacer a esta nueva vida afloró un don que dormía en ti – admitió apenado.
De pronto el Sedan bajo su velocidad y se estaciono a orillas del bosque, la carretera se encontraba desolada.
-Sal un momento veamos si puedes hacerlo tú sola.
-¿P-pero? –farfulle luego trate de salir tranquila pero estaba confundida y mas que nada nerviosa. Nos adentramos lo más posible buscando un claro posteriormente Albión se detuvo y se acerco a mí, posó sus manos en mis hombros y dijo:
- Amely siempre que pretendas hacer algo no importa que sea, si tu pones mente, corazón y mucha perseverancia lo conseguirás solo confía en ti hija –era increíble parecía que escuchaba a mi padre.
- Gracias Albión tus palabras son un gran aliciente y lo intentare con todas mis fuerzas pero… ¿en que consiste mi don?
-Andre me dijo que tu podrías mover objetos con tu mente, talvez por eso él esta en sintonía contigo. ¡Bien es hora de probar!
Estaba confusa pero ambos confiaban ciegamente en mi debía intentarlo. Albión me dejo sola en el claro, intente enfocar todos mis pensamientos en un solo objetivo; frente a mi había una roca cubierta de musgo del tamaño de un balón de basketball cerré los ojos trate de que mi respiración fuera mas suave y acompasada los abrí nuevamente y fije mi mirada a ella debió pasar unos diez largos minutos entonces cuando ya estuve a punto de claudicar, la roca empezó a irradiar una especie de energía blanca sacudiendo la tierra que había a su alrededor de pronto se elevo hasta estar a la altura de mi cabeza. Me sentía exhausta casi podía sentir el sudor o eso creía, de pronto oí la voz de Albión:
-¿Amely? Mira a tu alrededor – susurro muy suave.
En un rápido vistazo a mí alrededor me asombre al ver que no era la única roca flotando pequeñas rocas y troncos hacían lo mismo.
- ¡¡OH!! – exclame y toda mi concentración se rompió por completo cayendo todo en una lluvia rocosa.
Parpadee varias veces y luego mire a Albión mi respiración era agitada como si hubiera recorrido incontables kilómetros.
- Estoy muy impresionado ¿estas bien hija?- pregunto sonriente.
-Solo estoy cansada – alcance a decir.
No me importo el cansancio mental estaba completamente satisfecha, rápidamente reflexione que este don seria una de las armas que utilizaría para vengar a mi padre. Pero… ¿Quién era Ecaterina?
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CONTINUARA…